Después que María y José habian llegado a Belén, María dio a luz a su bebé en un humilde pesebre de paja, en un establo junto a los animales.
Este lugar era lo único que ellos había podido conseguir durante su estadía en aquel lugar.
Por otra parte estando todos los pastores reunidos vieron una luz intensa que los sorprendió, ellos tuvieron muchísimo miedo.
La luz que los encandiló era un ángel que se acercó a ellos y les dijo que no temieran, les contó que el Mesias había nacido.
Cuando el ángel se fue al cielo, los pastores se decían unos a otros: "Vamos a belén a ver lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado".
fueron a toda prisa y encontraron a María y a José junto al Niño Jesús acostado en el pesebre.
Al verlo, contaron lo que les habían dicho acerca de aquel Niño y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían.
María, por su parte, guardaba estas cosas y las meditaba en su corzón.





